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viernes, 1 de agosto de 2014

Ivette al natural

Comienza a caer la tarde en La Habana y voy camino de reunirme en el Vedado Con Ivette Cepeda. Al terminar su presentación en el Telégrafo el penúltimo viernes de mi visita a Cuba, acordamos esta cita para hablar del momento que está viviendo, de la cotidianidad, de sus próximos conciertos, de la promoción de su último disco... de su vida.


Un mensaje de Ivette me avisa que tenemos que retrasar nuestro encuentro una hora. Como estoy cerca me refugio en el hotel Capri, pido un gintonic y comienzo a reconsiderar las cosas sobre las que quiero conversar y que luego van a ser contadas.
Llegada la hora retomo la calle 21 y pasando el mítico restaurante La Roca descubro una sonrisa amplia que precede al abrazo: ¡Ya ves... ahora es que llego! Mientras subimos a casa de nuestra amiga Maruja, donde ha de tener lugar el encuentro, decido que quiero hablar de la Ivette de cada día, de la Ivette más natural.

Por primera vez desde que nos conocemos Ivette me hace esperar por segunda vez en una misma noche. Me sirvo un licor de piña a la roca y antes de acabarlo la tengo sentada ante mí... Al natural.

Háblame del momento actual de tu carrera...

IVT. ¿Es evidente no? Sólo tengo que mirar a mi alrededor en el Pabellón Cuba para saber que estoy en un momento sublime... El público que viene a mis conciertos, que me sigue, me pide las canciones de siempre, pero también canta conmigo los nuevos temas de mi último disco, y esto es para mí muy importante. También en lo personal estoy en un momento que me gusta y que disfruto desde el sentimiento y el día a día. Recuerdo una conversación que tuvimos antes de la grabación de País. Me hablaste de lo decisivo de este disco, porque mi público tendría que aprender mis nuevas canciones, recordarlas y hacerlas parte de su vida...

(Le interrumpo) ¿Y cómo lo ves hoy?

IVT. Lo veo claro (sonríe con discreción) y me hace feliz cuando me hacen coros en Alcé mi voz o en Conga de diario, en Luna de papel, y sobre todo en País "... necesito creer que alguien me extrañará si no he venido" (y su voz me llega entre los ruidos de la noche).

Te he visto todos estos viernes en el Telégrafo, a lleno total de público...

IVT. Sí, es algo mágico estar allí, y mira que ya llevo muchas noches de viernes cantando en el Telégrafo... tantas que ya no concibo un fin de semana sin Telégrafo, y sin los amigos que van a verme, aunque confieso que me emociona ver entre los rostros nuevos a gente que viaja a Cuba de vacaciones y quieren conocerme y compran mis discos... Muchos me cuentan que me conocen a través de amigos, o que me vieron en un video en youtube o en mi blog o página de facebook... Esto me reconforta porque me hace ver que mi música traspasa fronteras y mares, que en realidad es lo que pretendo.

Hace unos días te pedí un rato para hablar de tus próximos conciertos. me dijiste: Mira, tengo unas tres horas libres. estaré frente a la escuela de danza de mi hijo, esperándole... En el parquesito al lado del Gramma. Pues nos vemos allí, te contesté. No obstante, me pregunté por qué allí...

IVT. Pues muy fácil. Ivette Cepeda es madre, una mujer de a pie, con la misma cotidianidad de cualquier otra persona que vive, trabaja, educa a su hijo y se preocupa porque cada día sea mejor para los suyos, y que cree en un futuro de sueños a conseguir a partir de la realidad. Por eso allí estuvimos un buen rato hablando de mis nuevos proyectos, pero también del examen de física de mi hijo, de sus compañeros de clase y del calor, que luego nos obligó a ir de cafetería en cafetería en busca de aire fresco (sonríe y me hace un guiño, se le ve algo cansada y con ganas de estar aún más cómoda en el sofá).

A estas alturas me sirvo otro licor de piña e Ivette me pide una copa de vino. A mi regreso me encuentro a una Ivette que me subyuga, que me regala sosiego, que me mira de una manera especial. Decido tener una imagen de este momento que aunque sutilmente íntimo, tiene la finalidad de ser público. Ella sonríe con naturalidad, interminable sonrisa...




Tienes un concierto anunciado para septiembre en Miami...

IVT. Sí, es cierto... Es el mismo concierto que se programó para el pasado marzo y que por causas ajenas a la producción, a las entidades que lo hacen posible y a nosotros (y se incluye con el grupo), tuvo que aplazarse. Fue una cuestión de tiempo, simplemente, a veces hemos de entender que todo lleva su tiempo (ríe con cierta conformidad). Por eso no quiero adelantarme a hablar de una nueva fecha. Septiembre es el mes previsto, pero hasta que no esté todo atado no quiero hablar de fechas. Para mí fue muy triste tener que responder a los por qué no vienes de muchos admiradores que ya tenían sus entradas... por eso quiero ser prudente y no adelantar nada. Sólo decirle a los que me esperan que cuando todo esté listo estaré con ellos, cantando las canciones que viven en sus recuerdos y los nuevos temas de País... Eso sí, podemos hablar del concierto de fin de año...

Ivette Cepeda en Concierto, cuéntame...

IVT. Como cada año pretendo regalar al público lo mejor de mi música. En mis actuaciones cotidianas me entrego con todo mi sentimiento a través de mi voz y mis canciones, pero llegadas las fechas en que recordamos, anhelamos, pasamos cuenta de las cosas vividas en el año, me gusta compartir con todos lo feliz que me hace cantar para ellos... este año hemos hecho una selección de temas que estoy segura que serán bien recibidos, además de incluir canciones del disco País, como es de esperar. He querido celebrar el hecho de que estamos aquí, sea cual sea el lugar, que estamos unidos por el sentimiento y las canciones. Festejaremos los logros, cantaremos al futuro, a la felicidad, sin olvidar a los que viven momentos difíciles... A ellos dedicaré la Conga de diario, tema que habla del día a día, de la risa y el dolor.

Ahora la mirada de Ivette queda distante, se pierde a través de la ventana que a mis espaldas deja ver la ciudad y sus gentes... Podría estar horas charlando con ella, y de hecho me quedan muchas cosas por contar.

Sin darnos cuenta hemos dejado de estar solos. Maruja, José Luis (guitarra y director musical de Reflexión) y mi primo "Ramón" aparecieron con una humeante bandeja de algo que estaba muy sabroso. Entonces las palabras se hicieron canción.


La Habana, julio de 2014
(Guillermo Torres habla con Ivette Cepeda)

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